Primer ascenso cara este Volcán Corcovado.
El 3 de agosto del 2017 a eso de las 13:00PM, la cordada compuesta por Andrés Bozzolo, Rodrigo “Negro” Vera y Matías del Sol sobrevolaba los paisajes del Parque Nacional Corcovado con una misión de exploración en mente, la cumbre del Volcán Corcovado.
Entendiendo lo salvaje que puede convertirse un acarreo por estas zonas poco exploradas, la densa vegetación, la larga aproximación y los senderos poco marcados, la cordada opto por un plan un poco menos convencional, un hidroavión el cual tenía la finalidad de dejarlos sobre una de las 3 lagunas que se sitúan en las faldas del volcán Corcovado, aproximadamente a unos 500 metros de elevación sobre el nivel del mar. De esta manera, este grupo de amigos evito la extensa aproximación hasta el cerro y lograron acortar la cantidad de días que planeaban desconectarse perdidos en la naturaleza para volver a tiempo donde sus respectivas familias.
Comenzó la primera jornada de la misión y tras partir desde la ciudad de Pucón, este grupo de amigos se encontraba volando por la Patagonia en solo cuestión de horas. Al ir llegando a la zona de aterrizaje y un poco desorientados debido a las nubes y la poca visibilidad que generaban lograron aterrizar en el agua. Fue en ese preciso momento cuando la cordada se dio cuenta que la misión había tenido el primer percance. Habían dejado el avión en el lugar equivocado. Una laguna distinta a la que planearon, situación que hizo plantearse el proyecto nuevamente, pero que no iba a ser un impedimento suficiente para frenar las ganas que tenía este grupo de amigos de llegar muy lejos. Tras conversar un rato, tomaron la decisión de empezar a caminar entre la poca nieve y los matorrales para ganar la mayor cantidad de elevación posible y de esta manera quedar lo más cerca de la cumbre antes que cayera la noche. Comenzó la aproximación y pasadas las horas lograron llegaron al campamento base.
*Primera visualización de la cordada al Volcán Corcovado, vista desde la laguna donde aterrizaron.
A la mañana siguiente, y después descansar un par de horas en un vivac congelados comenzó el pegue, la cordada caminaba dentro de un escenario psicodélico creado por el conjunto de la salida del sol sobre los filos cargados de nieve y la adrenalina que avanzaba a medida que el grupo se iba acercando a la pared del Corcovado.
*Matías del Sol y Rodrigo Vera aproximando a la pared, volcán iluminado por el amanecer.
Después de una dura mañana de lucha entre caminata, rando y travesía en glaciar la cordada logro llegar a la pared, pero al comenzar a escalar la cordada fue notando que existía la posibilidad de rebotar ya que iban preparados para un ascenso por la ruta normal. Entre los 3 contaban con solo ocho tornillos de hielo y varías estacas, lo que hubiese funcionado para la ruta planeada, pero los hacía quedar cortos para enfrentar esta cara que nunca había sido explorada. Tras escalar un par de largos decidieron abandonar por falta de equipo nos cuenta Bozzolo. Por lo que se devolvieron a esquiando a pasar otra noche helada al vivac y después seguir a la laguna en busca de las cervezas que habían quedado ahí para abandonar la misión cuando saliera el sol a la mañana siguiente.
*La energía se mantuvo en todo momento a pesar de que hubo que abandonar.
En octubre del 2018, con más ganas y con mucha más información de la ruta, la cordada decidió volver. Esta vez el equipo contó con la suerte de que pudieron gestionar un helicóptero para acceder, dejándolos de una en el campamento base en cuestión de horas después de haber salido de sus respectivas casas. Matías, Andrés y el Negro ya la tenían clara, el revote del año pasado los dejo mucho más preparado para poder ir en busca de esa cumbre, por lo al momento de llegar al campamento base decidieron ir a portear material todo el equipo hasta el pie de vida para el día siguiente atacar la cumbre y desgastarse menos durante la jornada.
*Andrés Bozzolo y Matías del Sol, luchando contra el viento blanco para depositar equipo porteado.
Entre mucho viento y poca visibilidad debido a las nubes, lograron llegar y guardar el equipo para luego bajar esquiando hasta el campamento base para descansar, reponerse y recrearse para así empezar con energía la jornada que se les venía encima.
Al amanecer comenzó la aventura y a eso de las 3 de la mañana la jornada comenzó con una randoneada para aproximar al cerro, otro escenario, una salida del sol que iluminaba todas las cumbres de la zona les entrego la motivación necesaria para ir por su objetivo. Al ir avanzando la mañana decidieron dejar los esquís y encordarse para cruzar la zona de las rimayas, en donde la cordada se movía lentamente por los puentes de nieve hasta que Bozzolo, quien lideraba la pelea sobre las grietas, cayó en una rimaya quedando colgando ocho metros al interior de las grietas del glaciar. “Mientras estaba en la grieta no se escuchaba nada, era pura tranquilidad. Miraba hacia arriba viendo como el viento levantaba la nieve era una sensación inexplicable, hasta me tome el tiempo de sacar el celular para grabar lo que había pasado antes de empezar a escalar para salir de la grieta, en mi cabeza pensaba “ahora si vamos con todo” pasado unos minutos con la ayuda de Negro y Matías la cordada logro salir completa y seguir la misión hasta la pared.
*Andrés asomándose tras escalar para salir de la grieta.
Una vez en la pared empezaron los largos de escalada, esta vez la cara contaba con una gran capa de hielo sobre la nieve, “Había que ser muy cuidadosos al elegir en donde poner los tornillos de hielo, la capa de hielo no era muy gruesa y debajo de esta te encontrabas con nieve suelta “
*Matías abriendo los últimos largos de la ruta.
Entre Andrés, el Negro y Matías fueron abriendo entre las coliflores de hielo los seis largos que tenía esta ruta hasta llegar a la cumbre a eso de las cuatro y cuarto de la tarde, convirtiéndolos en la primera cordada en alcanzar la cumbre del Volcán Corcovado por la cara Este, logrando llevar a cabo un sueño que tenían en conjunto estos 3 amigos, un pegue de exploración hacia la naturaleza desconocida. Una misión llena de aventura, acción, naturaleza, deporte y montaña.
*Matías del Sol, Negro Vera y Andrés Bozzolo, selfie de cumbre.
Pasada la celebración en la cumbre la cordada comenzó el descenso, tras un par de horas lograron llegar a piso firme y lograron bajar esquiando para volver al campamento base y esperar para que los recojan.
*Ruta de ascenso primer asenso cara Este.
Revive esta expedición a lo desconocido en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=hnWcEg-X7Xg&ab_channel=MAWIDAADVENTURES